Creció en una Nicaragua asolada por la dictadura de Anastasio Somoza García, y a los diecisiete años ganó una beca para ir a París a estudiar Ciencia Política. Sin embargo, allí conoció un mundo totalmente distinto. En 1971 se casó con Mick Jagger, el cantante de The Rolling Stones, pero se separó de él algunos años después. Instalada en Nueva York, estudió cine y fotografía, e incluso actuó en algunas películas y series de televisión. Pero poco a poco volvió a encauzar su vida hacia lo que realmente le importaba: luchar por causas justas. Llamó la atención sobre la guerra civil en la ex Yugoslavia, condenó el intervencionismo estadounidense y abogó por la igualdad de las mujeres y la protección a las minorías indígenas. Además colaboró con Amnistía Internacional y Human Rights Watch, y creó la Bianca Jagger Human Rights Foundation para luchar por los derechos humanos, detener la violencia contra las mujeres y crear conciencia sobre el cambio climático.