Estuvo casada con Juan Manuel de Rosas, gobernador de Buenos Aires cuando el país se llamaba Provincias Unidas del Río de la Plata y su rol fue clave para el futuro político de su marido. Cuando el denominado Restaurador terminó su mandato, Encarnación empezó a buscar apoyo, tanto de los sectores políticos como de los populares, y formó un grupo de partidarios de Rosas llamado Sociedad Popular Restauradora. Así, ella se convirtió en la impulsora de la Revolución de los Restauradores, un movimiento popular que incluía a los más pobres de la sociedad. De esta manera, cuando Rosas volvió al poder tenía el apoyo del pueblo y la suma del poder político. Su tempana muerte a los 43 años le impidió ver la extensión de la carrera política de su marido. El funeral de la llamada Heroína de la Federación fue multitudinario.